Noche de terror

 

Diez minutos después todo seguía en orden. Pulsaciones en calma, transpiración regulada, la noche en silencio, y yo completamente sana y salva. Sola.

Sentada en la cama, tratando de controlar la agitación, había mirado hacia el pasillo sin creer que ya no estuviera allí. El grito y el tirón del brazo me habían traído de vuelta. Lograron atravesar la fina membrana que separa los dos mundos. Por fin. Porque no era la primera vez que lo había intentado. Mis músculos y mi garganta estaban completamente petrificados. Por mucho que me esforzara no conseguía moverme. Ni gritar. La frustración y el miedo cada vez eran más intensos. Era como si empujara un aire muy pesado. Empujaba y empujaba hasta que perdía todas las fuerzas y el brazo se movía en el sueño. Ingrávido y etéreo. Si no consigo despertar me va a atrapar. Su esbelta figura se recorta a contraluz en aquella claridad brumosa. Camina despacio hacia mí. No veo su rostro, pero sé que me mira. Tiene esa expresión serena de quien sabe que va a conseguir lo que quiere. A fin de cuentas, es el Príncipe de la Oscuridad.

Por fin comprendo que estoy soñando. Soñando, sí, pero… ¿dormida? Es extraño. Ahora sé que estoy despierta. Sin embargo, mi cuerpo sigue atrapado en esta pesadilla. Él se acerca despacio. En silencio. Flota en el aire. Le rodea una luz mortecina. Me mira, aunque yo no pueda verle. Sonríe cuando aparece por el pasillo.

Apagaré la luz. La única que me acompañará será esa claridad fosforescente que viene de la cocina. Son los pilotos del frigorífico, que siempre están encendidos. Cerraré los ojos abandonándome al cansancio. Las letras bailarán y se volverán difusas. Las frases comenzarán a ser inconexas. Bostezaré sin parar, pero no querré parar de leer. El relato me atrapará. Abriré el libro. Este Drácula de Bram Stoker tiene buena pinta.

#52 retos de escritura para 2018

 

 

4 respuestas a “Noche de terror

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  1. Estupendo relato de un terror motivado por otro relato, en este caso, Drácula. El pasillo de una casa, y más de noche, siempre lo he considerado como algo terrorífico. Abandonas tu cama para adentrarte en la oscuridad, en tu casa, sí, pero no es tu casa, a esas horas, es otra cosa… Muy bien mostrada esa sensación de miedo, Jean. Saludos!

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    1. Pues lo peor es que es un hecho totalmente verídico. Me pasó a mí. Y he de decirte que ese pasillo era largo y oscuro. Mi habitación estaba justo al terminar y atravesarlo para ir a dormir me ha llevado más de una carrera. Aún recuerdo cuando vi King Kong. Sus enormes manos salían de las puertas de las otras habitaciones para atraparme…

      El miedo que pasé esa noche no me lo quita nadie. XD

      Me alegro que te guste.

      Un abrazo.

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